El sector de la inteligencia artificial (IA) está atravesando un período de crecimiento histórico en términos de inversión, según los datos más recientes del tercer trimestre de 2024. Los capitalistas de riesgo han demostrado una confianza sólida en las perspectivas a largo plazo de esta tecnología, canalizando una significativa cantidad de fondos hacia el desarrollo y la innovación en este espacio.
Durante dicho trimestre, se reportó que los capitalistas de riesgo invirtieron unos impresionantes 3,9 mil millones de euros en startups de IA a través de 206 acuerdos. Esta cifra se presenta sin considerar la ronda de financiación récord de OpenAI, que alcanzó los 6,6 mil millones de euros, destacando aún más el fervor con que los inversores miran al futuro de la IA.
Estados Unidos se ha posicionado a la cabeza de esta frenética carrera de inversiones, captando 2,9 mil millones de los euros destinados a startups de inteligencia artificial. Empresas como Magic, que desarrolla un asistente de codificación, logró recaudar 320 millones de euros; Glean, una firma especializada en búsqueda, consiguió 260 millones de euros; mientras que Hebbia, dedicada al análisis empresarial, recibió 130 millones de euros.
No obstante, este interés no se limita a Norteamérica. En Asia, Moonshot AI en China, con su enfoque en IA de contexto largo, y Sakana AI en Japón, que explora la inteligencia inspirada en la naturaleza, también han asegurado financiamiento, lo que subraya el carácter global e inclusivo de esta tendencia inversora.
Una de las áreas más destacadas por el interés de los inversores es la IA generativa. Por ejemplo, ElevenLabs, reconocida por su herramienta de clonación de voz, está en el proceso de captación de fondos con una imponente valoración de 3 mil millones de euros. Igualmente, BlackLabs, que se dedica a la generación de imágenes, se encuentra en medio de una ronda de financiación de 100 millones de libras esterlinas.
Este impulso en la inversión va acompañado de ciertas preocupaciones. Cuestiones relacionadas con el uso indebido, la precisión y la legalidad de las aplicaciones de la IA presentan desafíos que no deben subestimarse. Pese a esto, los capitalistas de riesgo mantienen una visión optimista, confiando que los beneficios de la IA sobrepasarán sus riesgos y que el crecimiento en este campo continuará sin trabas significativas.
Apoyando esta perspectiva, Forrester, una reconocida firma de investigación de mercado, ha compartido proyecciones que sugieren que el 60% de los actuales escépticos de la IA comenzarán a integrarla en sus actividades diarias para 2026, ya sea de manera consciente o inconsciente.
En resumen, el entorno de inversión en inteligencia artificial se mantiene vibrante y prometedor, con un flujo constante de capital fertilizando el terreno para una continua innovación y un desarrollo acelerado. La era de la IA está aquí, y el entusiasmo del mercado parece solo estar comenzando.