Los residentes del exclusivo barrio de Justicia, en Madrid, han expresado su creciente frustración debido a las circunstancias generadas por la presencia de un Centro de Adicciones en su vecindario. Según las denuncias, los usuarios del centro no respetan las normas básicas de convivencia, lo que ha transformado la tranquilidad del área en una auténtica pesadilla para quienes residen cerca. Los problemas mencionados incluyen ruidos constantes, comportamientos disruptivos y situaciones de inseguridad que alteran la vida diaria de los vecinos. La comunidad ha solicitado a las autoridades locales una intervención urgente para abordar estas problemáticas y restaurar el orden en la zona.
Los afectados aseguran que han realizado múltiples quejas formales, pero la respuesta por parte de las autoridades ha sido insuficiente hasta el momento. Además, algunos vecinos temen por su seguridad y la de sus familias, lo que ha incrementado la tensión en el área. Mientras tanto, el centro continúa operando sin cambios significativos, lo que lleva a los residentes a considerar medidas adicionales, como el aumento de la vigilancia o incluso la reubicación de las instalaciones. La situación, que refleja un conflicto entre las necesidades de cuidado de los usuarios del centro y los derechos de los vecinos, sigue sin resolverse, manteniendo en vilo a la comunidad afectada.
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