Este lunes, Michelle King, quien llevaba apenas un mes al frente de la Seguridad Social de Estados Unidos, dimitió tras enfrentarse al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk, que buscaba acceso a documentos sensibles de los ciudadanos. La controversia rodea la intención del DOGE de auditar datos gubernamentales, supuestamente para mejorar la eficiencia del gasto público. Leland Dudek la reemplazará, pese a encontrarse previamente en posiciones inferiores dentro de la misma institución. Esta situación se suma a la salida de otros tres jefes de agencias estatales por conflictos similares, reflejando la creciente tensión entre el gobierno de Trump y las instituciones que resisten compartir datos federales.
Recientemente, un juez bloqueó el acceso del DOGE a la información del Tesoro, tras la renuncia del alto funcionario David Lebryk por negarse a entregar datos a los enviados de Musk. Las demandas de 19 estados subrayan el temor a posibles brechas de seguridad y manipulación política de los fondos federales. A pesar de esto, la administración de Trump ha intentado ampliar la autoridad del DOGE mediante una orden ejecutiva que facilite la obtención de información. Los esfuerzos por acceder a datos de otras agencias como el Departamento de Trabajo han tenido resultados mixtos en los tribunales. Paralelamente, han ocurrido otras dimisiones, como la de Denise Cheung de la oficina fiscal de Washington y Jim Jones de la FDA, ambos expresando dificultades para operar bajo las directrices actuales y criticando las interferencias del DOGE.
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