La galería Apolo del Museo, donde se encontraban las joyas robadas el domingo pasado, había sido renovada recientemente. Las reformas incluyeron la creación de tres nuevas vitrinas especialmente diseñadas para exhibir los preciados Diamantes de la Corona. Este sofisticado trabajo buscaba no solo mejorar la presentación visual de las joyas, sino también incrementar las medidas de seguridad en una sala que alberga algunos de los objetos más valiosos de la institución.
El robo ha generado conmoción y preocupación tanto en el sector cultural como en el público general. Las autoridades aún investigan cómo los ladrones lograron evadir el sistema de seguridad mejorado y acceder a las piezas. La galería, famosa por su colección excepcional, se había posicionado como un punto de atracción destacada en el museo tras su renovación, lo que hace que el incidente sea aún más impactante. Este incidente pone en tela de juicio la efectividad de las recientes mejoras en seguridad, planteando la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos establecidos.
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