La victoria inesperada de la izquierda en las elecciones legislativas de Francia ha generado un movimiento inmediato en el panorama político. Marine Le Pen acepta que su partido no liderará el nuevo Gobierno, mientras Jean Luc Mélenchon solicita que el primer ministro sea del Frente Popular. Gabriel Attal renunció, aunque podría liderar un gabinete provisional. El Frente Popular ha obtenido 180-215 escaños, superando a la Agrupación Nacional (120-150) y a los macronistas (150-180). Le Pen y su partido han calificado la situación como un bloqueo político, mientras Olivier Faure del Partido Socialista pide que no se forme una mayoría con RN. La incertidumbre marca el inicio de una nueva etapa en la política francesa.
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