
Darwin Grover Linares, conocido como El Truhán, ha logrado notoriedad en España por sus sofisticadas estafas a familias y empresarios. Bajo la apariencia de abogado, asesor o incluso experto en ciberacoso, Linares desarrolló un esquema complejo que le permitió ganar la confianza de sus víctimas. Prometía asesoramiento legal y soluciones a problemas de ciberseguridad, logrando así acceso a información privada y recursos financieros. Su habilidad para adaptar su identidad y el enfoque personal en cada caso le permitieron operar durante años sin ser detectado.
Las autoridades revelan que el impacto económico de las actividades fraudulentas de El Truhán es significativo, con pérdidas que ascienden a millones de euros. A pesar de las múltiples denuncias, Linares supo evadir a la justicia cambiando constantemente de identidad y ubicación. Finalmente, una operación coordinada llevó a su captura, desenmascarando la sofisticada red de engaños que había tejido a lo largo del país. Ahora enfrenta cargos por fraude, suplantación de identidad y otros delitos relacionados, y su caso se ha convertido en un llamado de atención sobre la importancia de verificar credenciales antes de confiar en asesorías externas.
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