El Atlético de Madrid logró salir de Cáceres con un ajustado pero valioso triunfo que le asegura su pase a la siguiente ronda de la Copa, aunque el técnico Diego Simeone reconoció que el equipo todavía tiene aspectos que mejorar en su juego. Este triunfo marca la octava victoria consecutiva del equipo rojiblanco, pero Simeone, conocido por su cautela ante el exceso de optimismo, enfatizó la necesidad de no bajar la guardia. El rendimiento del equipo ha sido irregular y, a pesar de la esperada victoria contra el Sevilla que no llegó, el técnico argentino, con décadas de experiencia en el fútbol, sabe que celebrar demasiado pronto puede resultar contraproducente.
En el enfrentamiento contra el Sevilla, el Atlético mostró una impresionante capacidad de respuesta, liderada por jugadores como Rodrigo de Paul y Pablo Barrios. De Paul, aunque comenzó fuerte, vio cómo su influencia disminuía a medida que avanzaba el partido, siendo un error suyo el que permitió al Sevilla adelantarse en el marcador. Por su parte, Barrios emergió como un líder en el centro del campo, mostrando madurez y control en el juego. Tanto sus habilidades estratégicas en el campo como su talento para crear oportunidades, evidenciado en una asistencia para un gol de Griezmann, subrayan su creciente importancia para el equipo y un potencial futuro en la selección nacional.
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