La sonda privada Athena, perteneciente a la empresa Intuitive Machines, intentó un segundo aterrizaje histórico en la Luna el jueves por la tarde, con el objetivo de acercarse más que ninguna otra nave al Polo Sur del satélite terrestre. Este intento se produce en el marco de la misión IM-2, que busca no solo establecer récords geográficos, sino también investigar posibles reservas de agua en la región de Mons Mouton. Sin embargo, a pocos minutos del aterrizaje exacto, Intuitive Machines perdió la telemetría de la sonda, generando incertidumbre sobre su posición final. A pesar de la exitosa maniobra de frenado y orientación vertical, no está claro si Athena logró asentarse correctamente dada la interrupción en la comunicación de datos, aunque informes preliminares sugieren que el motor continuó operativo después de tocar la superficie.
Athena es la segunda sonda en alunizar en menos de una semana, precedida por la exitosa misión de Blue Ghost de Firefly Aerospace. Ambas forman parte del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS), impulsado por la NASA junto a empresas privadas, para allanar el camino hacia el regreso de misiones tripuladas a la Luna bajo el programa Artemis. Sin embargo, este programa enfrenta desafíos financieros bajo la administración de Donald Trump, quien ha mostrado interés en redirigir esfuerzos hacia Marte con la ayuda de Elon Musk. Mientras tanto, los aterrizajes robóticos en la Luna han demostrado ser operaciones de alto riesgo, evidenciado por varios fracasos recientes de misiones de diversas naciones y compañías. Este año, la comunidad internacional contempla el progreso de India en sus emprendimientos espaciales, destacando el continuo interés y competitividad por explorar el espacio lunar.
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