En la Comunidad de Madrid, tres fisioterapeutas están transformando la forma en que se aborda el dolor crónico musculoesquelético con un innovador programa educativo. Mª Isabel Gallardo Vidal, Mª Eugenia Hernández Jiménez y Silvia Fernanda García Vila lideran estos talleres que, desde 2021, han venido desarrollándose en centros de salud como Valdelasfuentes, Arroyo de la Vega y Buenos Aires.
Diseñados para adultos mayores de 18 años que sufren dolor crónico por más de seis meses, estos talleres se integran en un ambicioso proyecto de Educación para la Salud. La iniciativa, centrada en la atención primaria, busca abordar el dolor crónico de manera multidisciplinaria y preventiva. Las sesiones se extienden entre 10 y 12 semanas y reúnen a grupos de 8 a 16 participantes, quienes atraviesan un proceso de aprendizaje profundo sobre el dolor y sus implicaciones.
El proyecto se basa en la idea de que la fisioterapia es crucial para prevenir la discapacidad relacionada con el dolor crónico. Las fisioterapeutas, durante las sesiones, abordan no solo aspectos físicos, sino también las creencias del paciente sobre el dolor y el miedo que este les genera. La educación en neurociencia del dolor y la exposición progresiva al ejercicio terapéutico son pilares de la metodología aplicada. Esto permite a los pacientes reconceptualizar el dolor, entender sus orígenes y aprender a manejarlo de manera efectiva.
Antes de ser admitidos en el taller, los pacientes son evaluados mediante cuestionarios que miden su predisposición a cronificar el dolor, su miedo al movimiento y su percepción de la intensidad del dolor. Esta evaluación es repetida al finalizar la actividad, lo que permite a los profesionales medir el impacto de la intervención.
La novedad de estas sesiones radica en su enfoque práctico y teórico equilibrado. Los pacientes exploran preguntas esenciales como «¿Qué es el dolor?» y «¿Es lo mismo dolor que daño?», mientras reciben formación sobre los mecanismos centrales del procesamiento del dolor. Al mismo tiempo, las fisioterapeutas implementan dinámicas de ejercicio físico que buscan no solo mejorar la movilidad y el equilibrio, sino también renovar la confianza del paciente en su capacidad de movimiento.
El programa incluye actividades recreativas que evocan recuerdos positivos de la infancia, como el juego del escondite inglés o las sillas musicales, lo que ayuda a reducir la kinesofobia. Además, se estimula la realización de actividades cotidianas placenteras, como caminar, nadar o bailar, personalizadas según las motivaciones individuales de cada paciente.
Si bien muchos pacientes esperan la desaparición del dolor, el objetivo principal del programa es actualizar sus conocimientos sobre el mismo, reducir el miedo al movimiento y mejorar la funcionalidad. La acumulación de experiencia con este tipo de intervención evidencia que, mediante la reducción del pensamiento catastrofista y el aumento del autocuidado, se logra una mejora significativa en la calidad de vida de los participantes, además de atenuar el dolor.
La Comunidad de Madrid, de la mano de estas tres profesionales, está a la vanguardia en la reeducación del dolor crónico, demostrando que la comprensión y la acción son herramientas poderosas en la lucha contra esta condición.