La Comunidad de Madrid ha logrado un hito significativo en el ámbito de la salud mental al ofrecer atención domiciliaria personalizada a más de 1.500 personas con enfermedad mental grave y duradera durante el año pasado. Así lo ha manifestado Ana Dávila, consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, durante su visita a la Residencia Alpedrete en el marco del Día Mundial de la Salud Mental.
Esta iniciativa subraya el compromiso de la Comunidad de Madrid de proporcionar un soporte integral y cercano a aquellos que enfrentan trastornos graves, permitiéndoles recibir cuidado especializado sin tener que abandonar el entorno familiar.
La Residencia Alpedrete, escenario de la declaración de Dávila, dispone de 33 plazas públicas y ofrece estancias tanto temporales como permanentes. Este centro se ha convertido en un ejemplo de cómo las residencias pueden jugar un papel crucial en la combinación de atención profesional y apoyo social, facilitando el bienestar integral de sus residentes.
El abordaje personalizado de la salud mental es una prioridad para la región, según destacó Dávila, quien reiteró el compromiso de seguir mejorando los recursos y servicios para garantizar una atención adecuada a las necesidades de cada individuo.
En el contexto del Día Mundial de la Salud Mental, la consejera también subrayó la importancia de la sensibilización y el apoyo comunitario en la lucha contra el estigma que rodea a las enfermedades mentales, reafirmando la determinación de continuar avanzando en políticas inclusivas y de apoyo para los más vulnerables.
La actuación de la Comunidad de Madrid pone de manifiesto la capacidad de las administraciones públicas para adaptar sus recursos a las necesidades cambiantes de la población, mostrando un camino hacia modelos de atención más humanos y eficaces.