La Dirección General de Atención a Personas con Discapacidad ha ampliado su compromiso hacia el colectivo con 7.088 plazas públicas distribuidas en 232 centros y servicios, con un enfoque integral para promover la autonomía e integración de sus usuarios. En un esfuerzo por mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, el Gobierno regional ha asignado más de 92 millones de euros a este programa durante el año, con un destacado aumento del 6% respecto al presupuesto anterior.
Este importante financiamiento se destina a brindar asistencia y recursos especializados, centrados en el desarrollo de habilidades sociales que permitan a los usuarios avanzar hacia dispositivos de mayor estabilidad. Los servicios incluyen alojamiento, provisión de alimentos, cuidado personal y programas de atención psicosocial, todos diseñados para facilitar la reintegración social de los beneficiarios.
En un análisis demográfico del año 2024, se determinó que los hombres representaron el 59,3% de las intervenciones, mientras que las mujeres aumentaron su participación al 40,7%. En cuanto a las patologías más frecuentes, la esquizofrenia, el trastorno límite de personalidad y el trastorno bipolar encabezaron la lista. Destacablemente, 1.742 personas tuvieron su primer contacto con esta red el año pasado, mientras que 957 lograron su alta, habiendo alcanzado sus metas de autonomía y no requiriendo más apoyo comunitario.
Geográficamente, las plazas se distribuyen estratégicamente, con un 57,2% ubicadas en la capital y el restante 42,8% en municipios con alta densidad de población. La variedad de servicios incluye centros de día, de rehabilitación psicosocial y laboral, y equipos de apoyo social que ofrecen atención domiciliaria. Además, el sistema abarca residencias, pisos supervisados, plazas en pensiones y dispositivos especializados para personas sin hogar.
Un equipo diverso y cualificado de más de 1.500 profesionales, entre los que se encuentran psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y educadores, aseguran el funcionamiento efectivo de la red. Estos especialistas proporcionan una atención personalizada y adaptada a las necesidades de cada individuo.
Por tipo de recurso, destaca que 2.511 personas fueron atendidas en centros de rehabilitación psicosocial, 1.364 en centros de día, y 1.968 en programas de rehabilitación laboral. Además, los equipos de apoyo social comunitario asistieron a 1.505 individuos, y las residencias acogieron a 1.310. Los pisos supervisados proporcionaron un hogar a 301 personas, mientras que 52 encontraron refugio en pensiones. Para aquellos en situaciones de calle, 256 personas accedieron a servicios especializados.
En definitiva, el esfuerzo regional refleja un compromiso continuo en mejorar las condiciones de vida y la inserción social de las personas con discapacidad, con una inversión y un enfoque estructurados de forma integral y personal.
