En la década de los 90, Bárbara Rey, en audios revelados por OKDIARIO, expresó su convicción de ser objeto del rechazo de la Reina Sofía, sugiriendo que su carrera televisiva se vio afectada por una supuesta «mano negra». La artista murciana argumentó que las consecuencias de su vínculo con el Rey Juan Carlos I, sobrepasaron lo personal para impactar su libertad y oportunidades laborales, dejándola en una posición de supuesta víctima que justificaba solicitar compensaciones a cambio de su silencio. Bárbara Rey se mostró visiblemente angustiada al describir cómo el monarca supuestamente permitió el bloqueo de su acceso a nivel social, reflejando una percepción de constante vigilancia y boicot hacia su carrera.
Asimismo, Bárbara Rey aseguró que su relación con el monarca afectaba sus perspectivas laborales y no ocultó su deseo de retorno financiero compensatorio. En sus declaraciones, también aludió a los impedimentos en su deseo de presentar programas de televisión, lo que describió como una estrategia para mantenerse a flote económicamente y continuar con su estilo de vida. A pesar de las limitaciones impuestas, un contrato para un programa de cocina en la televisión autonómica de la Comunidad Valenciana contrastó con sus aspiraciones, sugiriendo la intervención de poderosas influencias. Finalmente, Bárbara mencionó su deseo de asegurar un futuro confortable para su familia, especialmente su hijo, quien también sufre las consecuencias del escándalo mediático.
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