Los recientes bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han intensificado el debate sobre el respeto a los derechos humanos y las leyes internacionales en conflictos armados. El ataque al hospital Nasser, el único en funcionamiento en el sur de Gaza, dejó al menos 20 muertos, incluidos cinco periodistas, provocando reacciones de condena global. Israel admitió haber disparado en el área y anunció una investigación. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han criticado la eficacia de las investigaciones israelíes, ya que la mayoría de los casos similares quedan sin resolver. Desde que comenzó el conflicto en 2023, más de 240 periodistas han fallecido en la región, un hecho que subraya el riesgo constante para la prensa en zonas de guerra.
Mientras tanto, la situación humanitaria se agrava con una cifra creciente de muertes por inanición debido al bloqueo israelí a la ayuda humanitaria. La ONU declaró oficialmente la hambruna en algunas zonas, mientras las operaciones militares se intensifican en Ciudad de Gaza, centro de poder de Hamás. La estrategia militar israelí, que incluye la movilización de miles de reservistas, ha sido cuestionada internamente. El jefe del ejército israelí, Eyal Zamir, ha sugerido la posibilidad de una tregua, pero las negociaciones parecen estancadas, aumentando la presión social dentro de Israel. Estos ataques han puesto nuevamente en evidencia las violaciones del derecho internacional, afectando la infraestructura médica y poniendo en peligro tanto a personal sanitario como a civiles. La comunidad internacional sigue demandando un alto el fuego y una solución humanitaria urgente.
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