Un trágico incidente tuvo lugar en el consulado de Honduras en Atlanta, Estados Unidos, cuando un guardia de seguridad de nacionalidad mexicana, Jesús Loera, fue asesinado mientras intentaba impedir el acceso de un individuo armado. Según el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, Loera murió tras recibir varios disparos mientras cumplía con su deber, una acción que posiblemente evitó una tragedia mayor dentro de la sede diplomática. Las autoridades de la ciudad de Doraville, en colaboración con la Secretaría de Exteriores de México, están llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias del ataque y han exigido justicia para la familia de Loera. El sospechoso del ataque ha sido arrestado y está bajo custodia de las autoridades estadounidenses, quienes intentan confirmar su nacionalidad, que preliminarmente se supone que es hondureña.
El acto heroico y la trágica muerte de Loera han resonado profundamente entre sus conocidos y en la comunidad en general. Amigo de muchos en la comunidad hispana, el guardia había trabajado anteriormente en el consulado de El Salvador y era conocido por su dedicación a la seguridad de los demás. La abogada Yamineth Medrano y Patricia Ayala, ambas cercanas a la diáspora hondureña en Estados Unidos, se han despedido de Loera en redes sociales, reconociendo su valentía y sacrificio. Medrano destacó que Loera perdió la vida mientras realizaba con pasión su trabajo, y Ayala lo recordó como un héroe que salvó a muchos al cerrar la puerta del consulado y enfrentar al agresor. La conmoción y el dolor por su fallecimiento reflejan el impacto que tuvo en la comunidad y subrayan la necesidad urgente de justicia ante esta pérdida.
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