Este domingo, en el encuentro de la Liga entre Las Palmas y Espanyol, se vivió un curioso incidente que capturó la atención de los asistentes al estadio Gran Canaria. El portero Jasper Cillessen protagonizó una peculiar actuación al fingir una lesión en el minuto 19 para que su compañero Dário Essugo pudiera salir corriendo al vestuario a atender una necesidad urgente. La situación fue tan convincente que incluso el árbitro García Verdura se creyó la aclamada lesión, lo que permitió detener el juego justo después de que Javi Puado recibiera una tarjeta amarilla por protestar. Essugo regresó al campo sin dificultad tras su apresurada salida, recibiendo aplausos de la afición al reincorporarse, y Cillessen completó el partido sin inconvenientes.
El encuentro culminó con una victoria ajustada de Las Palmas por 1-0 sobre el Espanyol, gracias a un gol de falta de Sandro Ramírez en la segunda parte. El Espanyol, que ocupa los últimos puestos de la tabla, siguió mostrando su franca dificultad como visitante. Diego Martínez, técnico de Las Palmas, optó por no arriesgar a Alberto Moleiro debido a una lesión previa, y su ausencia se sintió especialmente en una primera mitad con poca acción. El gol decisivo llegó tras una falta cometida por Leandro Cabrera contra Januzaj, que Sandro convirtió tras un tiro no muy ajustado pero efectivo, engañando al portero Joan García. Así, el equipo canario continuó su buena racha en la liga, dejando a su rival en una compleja situación al final del año.
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