La empresa holandesa ASML, líder en la producción de equipos para la fabricación de chips, ha reportado resultados financieros para el primer trimestre de 2025 que no cumplieron las expectativas de los analistas. Aunque la compañía experimentó un crecimiento del 46% en sus ventas netas, alcanzando los 7.700 millones de euros, las nuevas reservas de pedidos se quedaron cortas, con un total de 3.900 millones de euros, frente a los 4.800 millones anticipados por los expertos del sector.
Este desajuste en las reservas coincide con el reciente anuncio de la Administración Trump sobre la imposición de nuevos aranceles, lo que ha sembrado incertidumbre entre los clientes de ASML, especialmente aquellos más vulnerables a las fluctuaciones de la cadena de suministro global de semiconductores. Sin embargo, el CEO de la empresa, Christophe Fouquet, expresa un tono optimista al respecto, indicando que las expectativas de crecimiento para los próximos años se mantienen firmes, aunque reconoce las complejidades añadidas por la política arancelaria estadounidense.
La creciente demanda por la inteligencia artificial sigue impulsando el mercado, y, en particular, la necesidad de chips avanzados. Estos avances tecnológicos demandan equipos de litografía ultravioleta extrema (EUV), un mercado en el que ASML tiene un dominio absoluto. Durante el primer trimestre de 2025, ASML vendió 73 sistemas de litografía nuevos y 4 usados, una caída respecto al trimestre anterior.
Roger Dassen, director financiero de ASML, advirtió que los nuevos aranceles estadounidenses podrían impactar a la compañía en cuatro áreas claves: los equipos enviados directamente a EE. UU., las herramientas necesarias para operaciones locales en EE. UU., los componentes importados utilizados en sus fábricas estadounidenses y los aranceles adicionales cobrados por terceros países a las exportaciones provenientes de Estados Unidos.
A pesar de que los aranceles todavía no han sido formalmente implementados, el presidente Trump ha anunciado que podrían alcanzar un 25% e incluso incrementarse con el tiempo. Esta situación añade presión sobre los fabricantes de chips a nivel internacional, en un periodo de rivalidad tecnológica entre EE. UU. y China.
La incertidumbre ha tenido consecuencias inmediatas en los mercados financieros, donde las acciones de ASML sufrieron una caída del 5% en bolsa tras la divulgación de sus resultados. No obstante, la compañía mantiene su pronóstico de ventas para el año, situado entre los 30.000 y los 35.000 millones de euros, reafirmando su confianza en las oportunidades estructurales a largo plazo, aunque llama a la cautela ante el incierto panorama geopolítico y económico.
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