La inseguridad en las carreteras de México ha ido en aumento, afectando a conductores como Ramiro, quien vivió una experiencia aterradora en la carretera Salamanca-León. Durante su viaje, su vehículo impactó una piedra colocada intencionalmente en el carril, un método de robo cada vez más común. Tras el accidente, fue asaltado junto a su esposa por un grupo de delincuentes que se llevaron sus pertenencias, dejando una sensación de vulnerabilidad y miedo. Este tipo de ataques no son incidentes aislados; están meticulosamente planeados, dirigidos a perfiles específicos, como mujeres, adultos mayores o familias en vehículos nuevos. Las autoridades, incluido Carlos Jiménez de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, señalan que estos criminales aprovechan las noches y caminos poco transitados.
Para combatir esta ola de robos, el Gobierno ha lanzado la estrategia «Cero Robos», involucrando a la Guardia Nacional y utilizando tecnología avanzada para asegurar rutas críticas. Se han identificado caminos susceptibles y puesto en marcha operativos para proteger a los viajeros, especialmente durante las vacaciones. Sin embargo, la presencia de bandas locales y la posible colaboración con organizaciones criminales más grandes, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, complican la situación. A pesar de los esfuerzos oficiales, los expertos recomiendan medidas preventivas, como no viajar de noche y evitar el uso de efectivo en peajes. Visibilizar y denunciar estos asaltos es crucial para frenar la creciente ola de delitos y mejorar la seguridad en las carreteras del país.
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