La Unidad de Medicina Nuclear, en colaboración con el artista Rafael Díaz, ha transformado las estancias del hospital donde se realiza la identificación de tumores en un vibrante espacio artístico. Este proyecto piloto busca mejorar la experiencia de los pacientes al dotar los entornos médicos de un ambiente más cálido y humano, utilizando el arte como catalizador para reducir el estrés y la ansiedad que suelen acompañar a los diagnósticos complejos.
El despliegue cromático y creativo forma parte de una estrategia de humanización del entorno hospitalario, destacando cómo el arte puede ser una herramienta poderosa para el bienestar emocional. Tanto el personal médico como los pacientes han recibido positivamente esta iniciativa, que no solo embellece el espacio, sino que también contribuye a generar una atmósfera esperanzadora en un contexto habitualmente relacionado con la incertidumbre y el temor. Esta fusión de medicina y arte representa un paso innovador hacia una atención sanitaria más completa y empática.
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