El pasado 12 de mayo, una empleada del Colegio Alborada observó una presunta conducta delictiva dentro de la institución. Inmediatamente, decidió informar a la dirección del colegio sobre lo sucedido. Las autoridades de la escuela tomaron medidas para investigar la situación y determinar la veracidad de las acusaciones, resguardando la integridad de los estudiantes y el personal.
El caso ha generado preocupación entre los padres y la comunidad educativa, quienes exigen transparencia en el proceso. Hasta el momento, la dirección del colegio ha comunicado que se encuentran colaborando estrechamente con las autoridades competentes para esclarecer los hechos y asegurar que se tomen las medidas necesarias en caso de confirmarse las acusaciones.
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