La operación policial ocurrió durante la madrugada, cuando los agentes rompieron la reja de la ventana de una vivienda para acceder y detener al presunto agresor, quien se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas. La intervención fue motivada por una llamada de auxilio que reportaba una situación de violencia doméstica en el interior del domicilio. Los efectivos de la policía actuaron rápidamente para neutralizar la amenaza y asegurar la integridad física de las personas implicadas.
Al ingresar al inmueble, los agentes encontraron a varias personas en estado de angustia. El presunto agresor, visiblemente alterado por el consumo de sustancias, fue reducido y trasladado a dependencias policiales para su posterior interrogatorio. Las autoridades han destacado la rapidez y eficacia de la operación, subrayando la importancia de responder con celeridad en casos de violencia doméstica, especialmente cuando hay riesgo de que las sustancias tóxicas agraven el comportamiento violento.
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