En una reciente operación policial, las autoridades incautaron más de 150 kilos de precursores de explosivos junto con productos químicos destinados a su fabricación, lo cual plantea serias preocupaciones sobre la posibilidad de actividades ilícitas a gran escala. Además, se intervinieron 100 metros de mecha y 200 cerillas eléctricas, comúnmente usadas como detonadores, en lo que parece ser un intento organizado para ensamblar artefactos explosivos de gran potencial destructivo. La operación subraya la creciente necesidad de vigilar el tráfico de materiales peligrosos y de reforzar las medidas de seguridad para prevenir posibles ataques.
Los agentes también encontraron 28 artificios artesanales, lo que indica un nivel significativo de preparación para la ejecución de actos delictivos. Las investigaciones preliminares sugieren que este arsenal podría estar vinculado a grupos criminales que operan en la región, lo que ha intensificado las labores de inteligencia para desarticular estas redes. Las autoridades han hecho un llamado a la colaboración ciudadana, instando a la población a reportar cualquier actividad sospechosa para enfrentar este tipo de amenazas con eficacia.
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