Argentina, actual campeona del mundo, tiene en su historia tres Copas del Mundo, siendo una de las más destacadas la obtenida en 1978. En esa memorable competición, Américo Gallego, un centrocampista que brilló en la selección argentina, jugó un papel crucial. Con un talento indiscutible, Gallego fue titular en todo el torneo, formando parte de un equipo que también incluía a figuras como Mario Kempes y Daniel Passarella. El jugador, apodado «El Tolo», se destacó por su consistencia y entrega, llevando el dorsal 6 en una selección que sorprendió y conquistó a su público.
Tras su retiro el 1988, Gallego continuó su legado en el fútbol, esta vez como entrenador. Su carrera en los banquillos fue igual de exitosa, conquistando títulos con varios clubes argentinos, incluyendo River Plate, Independiente y Newell’s, así como en México con Toluca. En su trayectoria como técnico, logró que su primer año al frente de River fuera inolvidable, al ganar el torneo Apertura de 1994 de manera invicta. Aunque nunca ocupó el puesto de seleccionador argentino, su experiencia como asistente también fue significativa. Con una carrera ejemplar tanto en el campo como fuera de él, Gallego ha dejado una huella imborrable en la historia del fútbol argentino.
Leer noticia completa en 20minutos.