La reciente campaña «Stop al Foc 2025» de la Conselleria de Medi Ambient ha suscitado críticas por su manejo inadecuado de la imagen y del mensaje. La controversia comenzó con el uso de una imagen de una ardilla creada por inteligencia artificial, lo que ha generado preocupación sobre su impacto negativo en la percepción del medio ambiente. La ardilla representada, un modelo de un chipmunk americano inexistente en Europa, fue confeccionada digitalmente, lo que podría confundir a los jóvenes sobre las especies autóctonas. Además, se ha señalado que el uso de inteligencia artificial implica un consumo significativo de recursos naturales, como agua y energía, lo que agrava el malestar entre quienes priorizan la conservación ambiental.
El debate se intensifica con la elección de imágenes de paisajes nórdicos para representar los bosques valencianos, generando cuestionamientos sobre el conocimiento y el respeto de los responsables por el entorno local. Junto a los problemas visuales, el mensaje de la campaña, que insta a «apagar el fuego», también ha sido severamente criticado. Se argumenta que el imperativo podría inducir a confusión, sugiriendo accidentalmente que es permisible encender fuego en algunas circunstancias, ignorando regulaciones como el Decreto 91/2023. Esta falta de claridad ha dejado en evidencia una falencia en la promoción efectiva de las medidas de prevención contra incendios, cruciales en la gestión del riesgo ambiental.
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