En un enfrentamiento lleno de tensión en el Coliseum Alfonso Pérez, el Real Madrid logró llevarse una victoria por la mínima ante el Getafe. El único gol del encuentro fue obra de Arda Güler, quien se destacó en el equipo blanco, especialmente al capitalizar un rebote en el área que, pese a la estirada del portero David Soria, terminó en el fondo de la red. El juego se caracterizó por la dureza y la presión ejercida por el conjunto dirigido por José Bordalás, que no permitió que los de Ancelotti se acomodaran fácilmente en el campo. Durante gran parte del encuentro, el Madrid se vio obligado a defender su ventaja; especialmente tras la lesión de Eduardo Camavinga, que dejó al equipo con diez jugadores en los últimos minutos del partido.
El diseño táctico de Carlo Ancelotti apuntaba a dos objetivos: mantener el pulso en la competición liguera y dar descanso a sus principales figuras para el próximo encuentro contra el Barcelona en la final de la Copa del Rey. Sin embargo, la exigencia del partido llevó a que piezas clave tuvieran que anticipar su aparición en el campo. A pesar de la intensa presión del Getafe, especialmente en la segunda mitad, la defensa liderada por Thibaut Courtois consiguió mantener la portería a cero. Si bien Güler marcó la diferencia en la primera parte, los locales intensificaron su ofensiva en los minutos finales, generando ocasiones que pudieron hacer tambalear al gigante merengue. La perseverancia defensiva del Madrid fue fundamental para preservar su ventaja, demostrando una vez más que no existen visitas cómodas en el sur de Madrid.
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