El partido entre el Espanyol y el Villarreal, disputado el jueves, terminó empañado por una agresión al árbitro Alejandro González Quintero. Tras el pitido final, el colegiado recibió un golpe en el pecho por el lanzamiento de un vaso de plástico con agua desde las gradas por parte de un aficionado local, quien fue rápidamente identificado y detenido por la seguridad del estadio. Según el acta del partido, González Quintero no resultó herido y se quedó esperando a que el agresor fuera detenido, siendo evaluado posteriormente por los servicios médicos del Espanyol que confirmaron la ausencia de lesiones.
En lo deportivo, el Villarreal se impuso con solvencia al Espanyol, liderado por un brillante Ayoze Pérez, quien anotó un doblete, sumando así cuatro goles en los últimos tres partidos y seis en la temporada. Esta victoria coloca al equipo de Marcelino en puestos de Champions League con 14 puntos. Por su parte, el Espanyol, que recién regresó a la máxima categoría, encajó su segunda derrota consecutiva, quedándose con siete puntos y ocupando la 14ª posición en la tabla.
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