El Gobierno de Aragón ha presentado un informe que desafía la postura del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) sobre la fragilidad de las pinturas románicas del monasterio de Sijena. Según el análisis realizado, las obras, en mal estado de conservación debido a factores externos como la suciedad y posibles filtraciones de agua, no corren un riesgo significativo al ser trasladadas de vuelta a su lugar original en Aragón. El director general de Cultura, Pedro Olloqui, criticó la “dejadez en el cuidado” de las obras en Barcelona y afirmó que su ubicación en el monasterio sería más segura. Las conclusiones de los técnicos apuntan a que el estado de las pinturas es estable y que el traslado no implica peligros importantes.
Por su parte, el MNAC ha rechazado las acusaciones, calificándolas de “falsedad” y defendiendo que el espacio donde se encuentran las pinturas es seguro, argumentando que cualquier humedad es anterior a su instalación. Este conflicto forma parte de una prolongada disputa legal sobre el destino de las pinturas, con un fallo del Tribunal Supremo que apoya su retorno a Aragón. Mientras Aragón busca acelerar la restitución, el MNAC y la Generalitat intentan convencer a la jueza de que el traslado pondría en riesgo los murales y acarrearía daños irreversibles, apoyados por el Iccrom. Olloqui sostiene que el MNAC no ha mostrado suficiente cuidado, sugiriendo una falta de interés debido a que las pinturas no pertenecen al patrimonio catalán.
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