En un movimiento clave para la infraestructura de Madrid, el Ayuntamiento ha aprobado el contrato para la explotación y conservación del anillo de la M-30 y sus viales asociados. Esta decisión marca el tercer paso de un plan que prevé cinco contratos nuevos, con el fin de reestructurar el modelo de gestión de esta autopista crucial para la capital.
El contrato, valorado en 136,2 millones de euros y con una vigencia de 36 meses, prorrogables a otros 24, incluye tareas de explotación, conservación de los túneles y de la infraestructura en general. La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, destacó en una rueda de prensa tras la Junta de Gobierno que el cambio busca mantener el nivel de excelencia actual mientras se adopta un modelo más eficiente y sostenible.
Una parte esencial de esta operación es el centro de control de túneles Manuel Melis, encargado de supervisar el tráfico, gestionar incidentes y mantener las infraestructuras y servicios de emergencia. Este sistema es vital para mantener la operatividad de la vía, que experimenta un intenso flujo de vehículos.
Con este nuevo contrato, se asegurará que las labores preventivas y correctivas mantengan la infraestructura en perfecto estado, previniendo problemas mayores y costosos en el futuro. El trabajo abarcará desde el mantenimiento de túneles hasta la mejora de pavimentos, jardines y sistemas de seguridad, entre otros.
Este proceso se encuentra condicionado a la adquisición del 20% restante de las acciones de la sociedad mixta Madrid Calle 30, con lo cual el Ayuntamiento busca controlar totalmente la gestión de la vía antes de que termine 2025. Esto implica una inversión sustancial que, según estimaciones oficiales, podría ahorrar 59 millones de euros anuales al eliminar impuestos y contribuciones asociadas con los socios privados.
Una vez completado el proceso, Madrid contará con un sistema 100% municipal para la conservación y explotación de la M-30, una de las arterias de tráfico más importantes del país. Esta vía de 32 kilómetros, 10 de los cuales son subterráneos, maneja cerca de 375 millones de desplazamientos al año, siendo esencial para la movilidad urbana de la capital.
El Ayuntamiento planea finalizar este cambio de gestión para enero de 2026, asegurando así la continuidad del servicio sin interrupciones. La decisión además contempla que el Pleno municipal adopte las medidas necesarias para este cambio en julio, mientras que la opción de compra de acciones se podría ejercer a partir de octubre próximo.
En conclusión, esta reestructuración no solo mejorará la eficiencia y sostenibilidad de la M-30 sino que también representa una de las iniciativas más ambiciosas del Ayuntamiento en su compromiso por optimizar la infraestructura urbana de Madrid.