Madrid se prepara para un nuevo impulso en su paisaje urbano con la inminente transformación del área de Ermita del Santo, un proyecto clave aprobado por el Ayuntamiento. Las obras de urbanización comenzarán el próximo año, y el proyecto ya ha generado gran expectativa debido a su ambiciosa propuesta de revitalización urbana que incluye la construcción de 530 viviendas en un entorno de más de 44.000 metros cuadrados.
Una de las características más destacadas del nuevo desarrollo es su enfoque en la vivienda de protección, con el 28 % de estas unidades destinadas a familias de rentas bajas. Este gesto responde a una necesidad creciente en la capital, proporcionando a los residentes acceso a viviendas asequibles y de calidad.
El futuro barrio no solo será un espacio residencial, sino también un núcleo de centralidad local que triplicará la edificabilidad para equipamientos públicos en comparación con propuestas anteriores. Contará con nuevas instalaciones y áreas verdes que conectarán el parque de La Ermita del Santo con el de Caramuel a través de un paseo de 60 metros de ancho, integrando además las zonas verdes con Madrid Río.
El diseño prioriza la movilidad sostenible y la interacción social, incorporando una gran ‘plaza mayor’ rodeada de locales comerciales, restauración y espacios de ocio. Además, se mantendrá un zócalo comercial, revitalizando una zona comercial y deportiva que ha estado en declive durante años.
Dentro del plan, también se proyecta la reubicación del Teatro Goya y la ampliación de instalaciones deportivas, incluyendo la construcción de una piscina pública cubierta. El desarrollo está concebido bajo criterios de sostenibilidad ambiental, siguiendo la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, lo que incluirá edificios diseñados para optimizar la ganancia solar y azoteas vegetales que promuevan un entorno urbano más verde.
Este proyecto transforma el paseo de La Ermita en un área de oportunidad, un esfuerzo que comenzó en 2008 y que ahora toma forma con un plan que responde a las demandas ciudadanas, reduciendo la edificabilidad y la altura de las torres propuestas, mientras aumenta la oferta de vivienda protegida.
Con la aprobación de esta modificación urbana, Madrid se encamina a un futuro más inclusivo y sostenible, ofreciendo soluciones a problemas pendientes y generando espacios que fomentarán una mejor calidad de vida para sus habitantes.