En un esfuerzo por optimizar los servicios de atención sanitaria y responder a las crecientes demandas del sector, un reciente plan ha redefinido el mapa de competencias profesionales en el ámbito de la Atención Primaria. Este nuevo enfoque incorpora a una serie de profesionales, previamente subestimados, a los equipos de salud con el objetivo de ofrecer una atención más multidisciplinaria y eficiente.
Entre los profesionales que ahora se integrarán de manera más activa al sistema de Atención Primaria se encuentran fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, nutricionistas, trabajadores sociales, podólogos, ópticos/optometristas y farmacéuticos. La inclusión de estas disciplinas no solo busca mejorar la calidad del cuidado sino que también pretende abordar de una manera más integral las necesidades de los pacientes. Este movimiento se alinea con las tendencias internacionales donde la atención primaria es vista como un pilar fundamental para evitar colapsos en los servicios hospitalarios.
Además, dentro de las innovaciones planteadas, se ha creado una nueva figura clave: el «administrativo en salud». Esta decisión responde a una demanda reiterada por parte de las comunidades autónomas y las sociedades científicas, quienes han señalado la creciente carga administrativa que recae sobre los médicos y enfermeros. La introducción de personal administrativo en salud permitirá a los profesionales sanitarios centrarse más en el cuidado directo de los pacientes, al liberarlos de tareas administrativas que consumen gran parte de su jornada laboral.
Este nuevo escenario no solo promete una distribución más equitativa de las tareas dentro de los equipos de Atención Primaria, sino que también se espera que mejore la experiencia del paciente al ser atendido por un equipo más diversificado y especializado. Al reducir la carga administrativa de los profesionales de la salud, se anticipa una atención más rápida y personalizada, lo que podría resultar en una mayor satisfacción del paciente y mejores resultados de salud.
La implementación y efectividad de estos cambios estarán bajo la lupa en los próximos meses, mientras los equipos de salud se adaptan a las nuevas dinámicas de trabajo. La iniciativa marca un paso importante en la búsqueda de un sistema de salud pública más eficiente y centrado en las personas, con la esperanza de que otros sectores sigan su ejemplo hacia una atención más colaborativa y menos burocrática.
Fuente: Ministerio de Sanidad