El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a la segunda fase de las obras de remodelación del casco histórico de Carabanchel Bajo. La decisión, anunciada por la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, tras la reunión semanal de la Junta, busca mejorar significativamente la accesibilidad en la zona, especialmente en aquellas áreas donde las aceras presentan un ancho insuficiente que ha causado inconvenientes a los peatones.
Las reformas responden a una demanda prolongada de los residentes, quienes durante años han enfrentado dificultades para transitar cómodamente por el barrio debido a las estrechas aceras. Con esta iniciativa, se espera no solo mejorar la movilidad peatonal, sino también revitalizar el entorno urbano y hacerlo más inclusivo para todos los ciudadanos.
Durante la rueda de prensa, Sanz subrayó el compromiso del Ayuntamiento con los barrios, destacando que esta fase es parte de un plan más amplio para actualizar y modernizar varias zonas de la capital. «Estamos dedicados a construir una ciudad más accesible y cómoda para todos los madrileños», afirmó.
La remodelación de Carabanchel Bajo no solo busca subsanar problemas de accesibilidad, sino que también pretende fortalecer el sentido de comunidad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Se prevé que las obras comiencen en las próximas semanas y se espera que concluyan en un plazo razonable, minimizando así el impacto en la vida diaria de los vecinos.
Con esta intervención, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con la mejora continua de los espacios públicos y la adaptación a los retos modernos que enfrentan las grandes ciudades, asegurando que Madrid siga siendo una capital dinámica y acogedora para todos sus residentes y visitantes.
