La Junta de Gobierno de Madrid ha dado luz verde a la licitación del contrato para la redacción del proyecto de remodelación del Nudo de Fuencarral. Esta iniciativa, promovida por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, busca revitalizar una infraestructura fundamental para conectar la ciudad con las vías importantes como la M-40, M-607 y M-603, además de los barrios Tres Olivos, Las Tablas y Montecarmelo, según informó Borja Carabante, delegado del área.
El Nudo de Fuencarral se sitúa en el extremo norte de Madrid Nuevo Norte, un área de gran desarrollo urbanístico. La actual configuración del nudo, con múltiples entradas y salidas concentradas en poco espacio, podría generar problemas de capacidad en el futuro. La remodelación se enmarca dentro de las modificaciones al Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, centradas en las áreas de ‘Prolongación de la Castellana’ y ‘Colonia Campamento’, decididas para garantizar la viabilidad técnica del futuro urbanismo mediante una mejor conexión vial.
En julio de 2024, el Ayuntamiento aprobó un anteproyecto que estudió las soluciones posibles para esta remodelación. La reciente licitación permitirá desarrollar la opción elegida a nivel constructivo, con un plazo de 12 meses para redactar el proyecto. Este proceso es esencial antes de licitar las obras y dar comienzo a los trabajos sobre el terreno. El costo inicial de la licitación es de 2,6 millones de euros.
Las actuaciones clave del proyecto incluyen integrar la nueva trama urbana de Madrid Nuevo Norte con las actuales infraestructuras viarias, facilitando el movimiento de vehículos según sus rutas de origen y destino, y reduciendo trenzados innecesarios. Además, el proyecto garantizará conexiones fluidas a las calles de acceso a Montecarmelo, Las Tablas y Tres Olivos.
Otros objetivos del proyecto son minimizar el impacto en los servicios existentes, como líneas del ferrocarril y arterias del Canal de Isabel II, así como mantener el servicio en las carreteras, especialmente en la M-40. Asimismo, se asegurará que no haya afectaciones a la Ermita de Nuestra Señora de Valverde y que se mantenga la continuidad de los carriles bici y itinerarios peatonales. El plan también busca respetar las ordenaciones urbanas vecinas y minimizar el impacto en el entorno.
