El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde al proyecto de urbanización de los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel, según anunció la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, durante una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno semanal. Este ambicioso proyecto, estructurado en tres fases, es promovido por la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado, y será supervisado por el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento.
El objetivo principal de los trabajos es completar la urbanización de esta área, alineando su trama residencial con las condiciones del entorno. Además, se busca prolongar el camino de los Ingenieros, mejorar la conexión de la avenida de los Poblados con la calle Ocaña y conectar las calles de Monseñor Óscar Romero y del Pingüino con la calle Ocaña.
El área abarca una superficie total de 172.143 metros cuadrados, de los cuales 46.085 estarán destinados a la creación de viales y 23.461 se convertirán en zonas verdes. Adicionalmente, 2.037 metros cuadrados se asignarán a un uso dotacional básico, mientras que 56.532 metros cuadrados se reservarán para un uso dotacional singular. Dentro de este último, 39.920 metros cuadrados se destinarán para uso hospitalario, 2.561 para uso educativo y 14.049 para servicios públicos, incluyendo una comisaría de policía y un centro de internamiento para inmigrantes.
El proyecto también prevé la destinación de 9.697 metros cuadrados a usos terciarios y 34.329 metros cuadrados a uso residencial, con una planta baja comercial que albergará 600 viviendas. De ellas, el 30% serán viviendas protegidas, resultando en unas 410 viviendas libres y 190 protegidas.
Las obras requerirán la creación de infraestructuras básicas para proveer de agua, energía eléctrica, alumbrado público, telecomunicaciones y gas a todas las parcelas. Además, se desarrollarán siete secciones distintas de calle, con aceras equipadas con franjas drenantes para gestionar las aguas pluviales. Las calzadas estarán hechas de aglomerado asfáltico, mientras que las zonas destinadas a aparcamientos serán diferencia-das con pavimento de adoquines.
Las aceras estarán cubiertas con baldosas de terrazo granítico, excepto en el entorno de la ermita de Santa María la Antigua, declarada Bien de Interés Cultural, y en la zona de prospección arqueológica vinculada a una antigua conducción de aguas de origen romano, que serán pavimentadas con granito para resaltar su importancia cultural.
El plan también incluye la construcción de una estructura que cruzará las vías del ferrocarril, conectando el área con la calle Ocaña, y la instalación de alumbrado LED de alta eficiencia energética. Con estas medidas, el Ayuntamiento de Madrid espera no solo revitalizar esta emblemática zona, sino también incrementar su integración en el tejido urbano de la ciudad.