Madrid Nuevo Norte, la ambiciosa operación de regeneración urbana de la capital, sigue cobrando vida, impulsada por el Ayuntamiento de Madrid. Este martes, el Pleno municipal dio un nuevo paso al aprobar la gestión urbanística del área ‘Malmea-San Roque-Tres Olivos’ mediante el sistema de compensación, con respaldo de los grupos del Partido Popular y Vox, mientras que Más Madrid y el PSOE optaron por la abstención.
Esta área será el epicentro residencial del proyecto, abarcando más de un millón de metros cuadrados donde se construirán hasta 7.138 viviendas, de las cuales 1.400 tendrán algún tipo de protección pública. La transformación urbanística también incluirá más de 509.000 metros cuadrados dedicados a redes públicas locales, ofreciendo espacios verdes, equipamientos sociales y servicios urbanos.
Ubicado entre diversas importantes arterias y barrios históricos de Madrid, el proyecto contempla la construcción de una infraestructura de transporte robusta, con nuevos nodos de transporte público, estaciones de Metro, Cercanías y un sistema de autobús prioritario.
Un aspecto destacado de esta iniciativa es la eliminación de barreras urbanas históricas, creando conexiones viarias como puentes y túneles, que integrarán mejor los barrios, además de un gran parque lineal que conectará ecosistemas naturales con el paseo de la Castellana, potenciando asimismo el uso de la bicicleta.
La protección del patrimonio arquitectónico también es una prioridad, asegurando la preservación de edificaciones emblemáticas como el Edificio Profidén y la ermita de Nuestra Señora de Lourdes, situadas en su ubicación actual.
Con tres de las cuatro zonas de Madrid Nuevo Norte ya en marcha, este proyecto se perfila como un motor de transformación para el norte de la ciudad. La operación proporciona no solo viviendas, sino una visión integrada de movilidad y sostenibilidad, que busca unir a la ciudadanía y mejorar la calidad de vida en la capital.