Los Ayuntamientos de Madrid y Rivas Vaciamadrid han dado un paso significativo hacia la redefinición de sus límites territoriales, al aprobar el inicio del expediente de alteración de sus términos municipales. Esta iniciativa busca adaptar la delimitación entre ambos municipios a la frontera natural que supone la autopista M-50, en el tramo comprendido entre la carretera M-823 y la autovía A-3.
La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, destacó que el objetivo es resolver los problemas derivados de la falta de continuidad física entre los núcleos urbanos de ambos municipios y los terrenos situados en lados opuestos de la M-50. Con esta modificación, se propone que las áreas de servicio sean incorporadas al municipio más cercano, asegurando una mayor integración y continuidad territorial.
Esta acción está en línea con los acuerdos del Pacto Regional por la Cañada Real Galiana, firmado en 2017, que incluía la modificación de los límites municipales en su planificación para el periodo 2024-2028. El expediente ahora se someterá a información pública durante un mes, tras lo cual necesitará la aprobación de los plenos municipales y, finalmente, el aval del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.
El acuerdo implica un intercambio significativo de terrenos: Madrid cederá a Rivas un total de 981.152 metros cuadrados, mayoritariamente ubicados al norte de la A-3, mientras que Rivas transferirá a Madrid 517.239 metros cuadrados situados al norte de la misma autovía. Esta transferencia impactará el reparto competencial de los sectores 3, 4 y 5 de la Cañada Real Galiana, reasignando responsabilidades entre los municipios.
Para asegurar una transición fluida para los residentes afectados, se formará un grupo de trabajo mixto entre ambos ayuntamientos, creado específicamente para facilitar las gestiones administrativas derivadas del cambio de municipio.
Este rediseño territorial formaliza una tramitación iniciada hace siete años, tras la firma del Pacto Regional por la Cañada Real en mayo de 2017, y desarrollada con modificaciones hasta la actualidad. En 2019, se firmó un protocolo para el intercambio de suelos en los sectores afectados, lo que dio pie a un primer expediente en 2021. Este fue replanteado por Rivas, que solicitó incluir suelos de Madrid para asegurar la viabilidad de un nuevo cementerio y mejorar los accesos a la A-3. Esta revisión fue aceptada por Madrid en diciembre de 2021, resultando en el expediente de ampliación que ahora avanza en su tramitación.
Una vez que el segundo expediente, iniciado en febrero de 2022, sea evaluado por la Comunidad de Madrid, se dará otro paso adelante en este proceso de redefinición territorial, con la expectativa de mejorar la cohesión y funcionalidad urbana en la frontera compartida entre Madrid y Rivas Vaciamadrid.