El Gobierno de la Comunidad de Madrid está en proceso de reformar la vigente Ley de Drogodependencias, que data del 2002. El objetivo central del nuevo Anteproyecto de Ley es reforzar la protección de los menores ante la venta de productos que contengan canabinoides, incluyendo aceite para vapeadores y snacks, cuyo consumo presenta significativos riesgos para la salud. La propuesta, actualmente en fase de revisión pública y de recepción de alegaciones, está programada para ser aprobada en el primer trimestre del próximo año, tras lo cual se iniciará su tramitación en la Asamblea de Madrid.
Una de las medidas destacadas en esta iniciativa es la prohibición de la venta de estos productos a menores en cualquier punto de comercialización, incluidos máquinas expendedoras, dispensadores, dispositivos móviles y portátiles. Además, se implementará una restricción en la publicidad de estos productos, prohibiendo su promoción a menos de 300 metros de los centros educativos de enseñanza no universitaria. También se limitará su patrocinio con el fin de evitar asociar su consumo con beneficios ficticios para el rendimiento físico o la salud.
Este cambio normativo busca alinear la legislación actual con la Ley autonómica de Derechos, Garantías y Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia de 2023. Dicha normativa establece la prohibición de vender a los menores cualquier sustancia dañina para su salud y obliga a proporcionar información clara y visible acerca de la composición y uso de productos dirigidos a este grupo.
El consumo de cannabis entre los jóvenes madrileños sigue siendo elevado, según datos del sistema regional de vigilancia de adicciones. El 27,8% de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha experimentado con esta sustancia alguna vez, mientras que el 21,8% lo ha consumido en el último año y el 14,5% en el último mes. La edad promedio de inicio se sitúa en 14,8 años.
Para abordar esta problemática, la Comunidad de Madrid cuenta con 24 Centros específicos de Atención Integral a Drogodependientes, adaptados para responder a fenómenos emergentes como el chemsex. Además, se ha implementado un Plan de Salud Mental y Adicciones con una inversión de 45 millones de euros. Este plan está especialmente enfocado en la población joven y adolescente, incorporando 370 nuevos profesionales, entre los que se encuentran psiquiatras y enfermeros que forman parte de los 21 equipos especializados en prevención del suicidio y los 14 dedicados a la atención intensiva a domicilio para menores con patologías complejas.
Durante el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2024, la Red Asistencial de Adicciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha atendido a 13.770 pacientes drogodependientes, de los cuales 3.584 han sido nuevos casos en comparación con 2023. Además, 1.979 de estos pacientes han recibido tratamiento con sustitutivos opiáceos, como la metadona. Esta iniciativa refleja el compromiso del Gobierno regional de enfrentar las consecuencias del consumo de drogas en la juventud y de ofrecer un marco legal actualizado y adecuado a los desafíos actuales.