Apple está gestando un movimiento estratégico que podría cambiar el equilibrio en el mercado de la infraestructura en la nube, conocido internamente como Project ACDC (Apple Chips in Data Centers). La gigante tecnológica ha estado trabajando en los últimos años para crear su propia plataforma de centros de datos basados en Apple Silicon, buscando reducir su dependencia de gigantes como Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud. Esta estrategia implica un posible ahorro de más de 7,000 millones de dólares en gasto cloud cada año.
Durante los últimos años, Apple ha demostrado un liderazgo incontestable con sus chips M1, M2 y M3, cuya arquitectura ARM y la integración vertical de hardware y software han ofrecido una notable eficiencia energética. La compañía ahora busca llevar estos principios al entorno de los servidores, trasladando una parte de sus cargas de trabajo de servicios clave a una infraestructura privada potenciada por Apple Silicon. Este cambio no solo busca el ahorro económico, sino también un mayor control sobre la privacidad, la latencia y el rendimiento.
Aunque el proyecto aún no se ha anunciado oficialmente, su primera manifestación ya está en marcha: Private Cloud Compute, lanzada en 2024. Esta estructura permite procesar complejas tareas de inteligencia artificial desde la nube, preservando el control sobre el hardware. Los centros de datos modulares han sido diseñados para escalar en paralelo al despliegue de funciones avanzadas de Apple Intelligence.
Otra parte crucial del proyecto es el desarrollo de nuevos SoC diseñados especialmente para servidores, en colaboración con TSMC. Estos chips utilizarán su tecnología N3E de 3 nanómetros y el empaquetado avanzado SoIC. Esta innovación está destinada a optimizar procesos de inferencia de IA, cifrado y servicios en tiempo real, proporcionando una alternativa más eficiente y segura que alquilar GPU de terceros. La próxima generación de chips, M5, será fundamental en esta estrategia, con aceleradores dedicados para inteligencia artificial y motores de cifrado integrados.
Más allá de utilizar esta infraestructura para sus propios servicios, Apple está considerando ofrecerla como un servicio cloud para desarrolladores de iOS y macOS, replicando el modelo de AWS pero con la ventaja competitiva del rendimiento y la integración que caracteriza a Apple. Esta iniciativa podría atraer a desarrolladores interesados en cargas intensivas de IA, como procesamiento de voz y visión por computadora, a menores costes y dentro del ecosistema Apple. Una estrategia que permitiría diversificar ingresos en momentos de presión regulatoria sobre la App Store.
El proyecto sufrió un retroceso en 2023 tras la salida de Michael Abbott, responsable de servicios cloud. A pesar de la disminución en el ritmo, las pruebas continuaron en 2024, indicando que la iniciativa sigue viva aunque en proceso de consolidación. Apple está gestionando cuidadosamente estos desarrollos debido a consideraciones geopolíticas y de resiliencia, manteniendo infraestructura separada en regiones con regulaciones diferentes, como China.
Apple parece adoptar un enfoque modular y gradual, comenzando con cargas ligeras y progresando hacia servicios más complejos. Project ACDC podría representar una convergencia entre la eficiencia de Apple Silicon, la privacidad en la nube y el control estratégico. En un entorno donde la inteligencia artificial se proyecta tan omnipresente como el correo electrónico y los costes de la nube son críticos para la competitividad, Apple podría estar marcando un nuevo rumbo silenciosamente firme en el dominio del centro de datos.
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