En los últimos meses, el expresidente Donald Trump ha intensificado sus críticas hacia la empresa tecnológica Apple y su CEO, Tim Cook, por sus planes de trasladar parte de la producción de iPhones a India. Según Trump, esta decisión representa un riesgo para los empleos en Estados Unidos y una desviación del enfoque que él promovió durante su administración, que buscaba fortalecer la manufactura en territorio estadounidense. Las críticas se enmarcan en la postura de Trump de impulsar políticas proteccionistas y reubicar cadenas de producción que, según él, deberían beneficiar principalmente a trabajadores locales.
Por su parte, Apple ha defendido su decisión argumentando que la diversificación de la producción es clave para la estrategia global de la compañía, especialmente considerando las disruptivas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. La empresa busca mitigar riesgos asociados con la dependencia de la manufactura en un solo país, especialmente en el contexto de crecientes conflictos geopolíticos. Además, Apple ve en el mercado indio una oportunidad estratégica tanto para el ensamblaje como para la expansión de ventas, aprovechando la creciente demanda de tecnología en la región.
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