El reconocido psiquiatra Ignacio Basurte ha subrayado la necesidad de que los toreros cuenten con un apoyo psicológico o psiquiátrico continuo, debido a los altos niveles de estrés a los que están sometidos y el riesgo inherente de su profesión. Basurte, director médico de la clínica López Ibor de Madrid, ha destacado que figuras del toreo como Morante de la Puebla, quien ha revelado padecer un trastorno disociativo, podrían beneficiarse de un acompañamiento constante para manejar la presión y el miedo al que se enfrentan. Este tipo de trastorno se manifiesta cuando menten y acciones de una persona no están alineados, forzándolos a un estado de evasión para lidiar con el estrés. Según Basurte, una adecuada intervención puede evitar desenlaces trágicos y mejorar la calidad de vida de los toreros, quienes afrontan expectaciones tanto en el ámbito personal como profesional.
El discurso de Basurte también señala que los tratamientos como la terapia electroconvulsiva, utilizada por Morante de la Puebla, son adecuados para aliviar urgencias y permitir que los pacientes retomen sus vidas profesionales. El psiquiatra remarca la importancia de evitar la estigmatización de los toreros que buscan ayuda psicológica, comparando su caso con el de otras figuras públicas que abiertamente cuentan con apoyo psicológico. La genialidad en el toreo, explica Basurte, a veces radica en la capacidad de disociarse del estrés y transformarse en artistas frente al público, lo cual es también un mecanismo de defensa natural. No obstante, la carga emocional y la responsabilidad de crear una obra de arte a petición podrían empeorar la vulnerabilidad ya existente en estos individuos, haciendo imprescindible un enfoque terapéutico oportuno y despojado de prejuicios.
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