Un grupo de individuos fue detenido tras ser acusado de múltiples delitos relacionados con el medio ambiente y el uso ilegal de recursos. Las autoridades les atribuyen haber violado la ordenación del territorio, lo que implica construcciones o alteraciones en tierras no autorizadas, potenciando el deterioro del ecosistema local. Además, se les acusa de usurpación de agua, presuntamente apoderándose de este recurso vital sin poseer los permisos necesarios, lo que genera un impacto negativo en la comunidad al disminuir la disponibilidad de agua para sus habitantes y actividades legítimas.
Asimismo, las investigaciones revelaron un esquema de defraudación de fluido eléctrico, donde los implicados habrían manipulado las instalaciones eléctricas para obtener energía de manera ilícita. Este delito no solo conlleva pérdidas económicas para las compañías suministradoras, sino que también representa un riesgo significativo para la seguridad, dado que estas instalaciones pueden no cumplir con las normativas de seguridad establecidas, aumentando la posibilidad de incendios o accidentes eléctricos. Las autoridades continúan recopilando pruebas y testimonios para sustentar el caso y llevar a los responsables ante la justicia.
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