España y Portugal han vivido este lunes un apagón eléctrico sin precedentes que ha dejado a gran parte de la Península Ibérica y zonas del sur de Francia a oscuras. La incidencia, que comenzó alrededor de las 12:30 horas, afectó también a servicios esenciales como el transporte público, las telecomunicaciones y los hospitales, generando una situación de alarma nacional.
Según explicó Eduardo Prieto, director de Servicios de Operación de Red Eléctrica de España (REE), el origen del colapso se encuentra en una oscilación severa de los flujos de potencia que provocó la desconexión automática del sistema eléctrico español del resto de Europa. Esta oscilación se vio agravada posteriormente por un fallo masivo de generación, es decir, una incapacidad para cubrir la demanda energética, aunque todavía no se ha precisado qué fuentes o tecnologías fallaron.
«No existen precedentes de un cero completo en toda la Península Ibérica en la historia de Red Eléctrica», afirmó Prieto en una comparecencia de emergencia.
Recuperación gradual del suministro
La reposición del servicio se está realizando de forma controlada para evitar riesgos de nuevas sobrecargas. La estrategia se ha centrado en recuperar primero la tensión en zonas fronterizas con sistemas aún conectados, como Cataluña y el País Vasco. Hacia última hora de la tarde, más del 70 % del suministro eléctrico en España y cerca del 65 % en Portugal había sido restaurado.
Red Eléctrica estima que la recuperación total podría demorarse entre seis y diez horas, por lo que algunos núcleos rurales y zonas industriales aún podrían sufrir interrupciones puntuales hasta bien entrada la noche o la madrugada del martes.
Impacto en servicios críticos
El apagón afectó gravemente a servicios esenciales:
- Metro de Madrid y Lisboa: desalojados preventivamente.
- Hospitales: funcionando con generadores de emergencia, aunque se reportaron problemas de saturación en urgencias.
- Telecomunicaciones: interrupciones en redes de datos móviles 4G/5G e internet, especialmente en Movistar, Orange, Vodafone y NOS en Portugal.
- Museos y edificios oficiales: como el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía, quedaron sin luz durante varias horas.
Los semáforos en numerosas ciudades dejaron de funcionar, provocando atascos y accidentes leves en zonas urbanas.
Origen y primeras hipótesis
Aunque las autoridades han insistido en no especular sobre las causas concretas hasta que finalicen las investigaciones técnicas, se descarta de momento un ciberataque o un sabotaje. Todo apunta a una combinación de factores:
- Fallo súbito de generación, posiblemente ligado a la caída simultánea de fuentes renovables y falta de respuesta en centrales de respaldo.
- Oscilación crítica de red, superando los parámetros de estabilidad previstos en el diseño europeo.
La Comisión Europea ha solicitado un informe urgente al operador continental ENTSO-E, mientras que el Gobierno español ha activado su gabinete de crisis en Moncloa para coordinar la respuesta y preparar la investigación formal.
Reacciones políticas y sociales
La ministra para la Transición Ecológica, en una breve intervención, pidió «tranquilidad y colaboración ciudadana» mientras se trabaja en la normalización del servicio. Por su parte, varias formaciones políticas han reclamado explicaciones urgentes en el Congreso.
En las redes sociales, el apagón se convirtió rápidamente en tendencia, con imágenes de estaciones de metro vacías, ciudades paralizadas y usuarios reportando la caída de servicios digitales.
Un evento histórico en el sistema energético
Este corte de luz masivo, el mayor registrado en la Península en las últimas décadas, subraya la vulnerabilidad del sistema eléctrico frente a perturbaciones extremas. Tanto España como Portugal, con una elevada penetración de energías renovables, deberán reforzar los mecanismos de respaldo y respuesta rápida para evitar que oscilaciones puntuales deriven en colapsos a gran escala.
A medida que avance la investigación oficial, se espera que Red Eléctrica y los operadores europeos puedan ofrecer una reconstrucción completa del incidente, que ya se considera uno de los más graves en la historia reciente de la infraestructura energética en Europa.