El atentado perpetrado por Shamsud-Din Jabbar durante las celebraciones de Año Nuevo en Nueva Orleans ha dejado un saldo trágico de al menos 15 personas fallecidas y una treintena de heridos. Jabbar, un ciudadano estadounidense originario de Texas y exmilitar, arremetió contra una multitud en la icónica calle Bourbon utilizando una camioneta eléctrica Ford F-150, y portaba armas de fuego, explosivos y una bandera del Estado Islámico (ISIS), lo que sugiere un trasfondo terrorista en su accionar. El ataque, descrito como premeditado y calculado, ha llevado a las autoridades a investigar posibles vínculos del sospechoso con redes terroristas, mientras afirman que no fue el único responsable. Según el FBI, se está indagando enérgicamente sobre las posibles asociaciones de Jabbar para determinar si contó con la colaboración de cómplices, instando a quienes tuvieron contacto reciente con él a colaborar con las investigaciones.
A pesar de que las autoridades confirmaron la ciudadanía estadounidense de Jabbar, antes de conocer su identidad, declaraciones del presidente electo, Donald Trump, sugirieron erróneamente una conexión entre inmigración y el ataque, provocando controversia. Este comentario, junto a informaciones incorrectas sobre la camioneta supuestamente cruzando la frontera desde México, contribuyó a la propagación de noticias engañosas, especialmente en medios conservadores como Fox News. Mientras tanto, se han revelado detalles del pasado de Jabbar, incluyendo su servicio en el ejército, problemas financieros y un proceso de divorcio, componiendo un perfil complejo del autor, quien murió en un enfrentamiento con la policía tras su ataque en una de las noches más concurridas en el Barrio Francés.
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