Esta semana, Ginebra se convierte en el epicentro de importantes negociaciones para un nuevo acuerdo internacional que busca mejorar la preparación ante futuras pandemias. Mientras los países aún se ven afectados por las secuelas del COVID-19, se espera que los líderes de salud global alcancen un acuerdo que asegure respuestas equitativas y rápidas para la próxima crisis sanitaria.
La Asamblea Mundial de la Salud, el principal foro del sector en Naciones Unidas, aborda temas cruciales que van desde la preparación pandémica hasta la salud mental y la justicia medioambiental, todo en un contexto de tensiones geopolíticas.
Uno de los puntos centrales es la redacción de un acuerdo sobre pandemias destinado a corregir las desigualdades observadas durante la crisis del COVID-19. La falta de acceso justo a diagnósticos, tratamientos y vacunas cobró un alto precio en vidas. Los delegados preparan un texto que, según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, es “vital para las generaciones futuras”.
A pesar de los desafíos, donde Estados Unidos y otras naciones expresan preocupaciones sobre soberanía y propiedad intelectual, el doctor Tedros mantiene un “cauto optimismo” sobre un posible acuerdo.
El cambio climático ocupa un lugar prioritario en la agenda, con un enfoque en políticas que liguen el clima y la salud, protegiendo a comunidades vulnerables. Además, la cobertura sanitaria universal está bajo el microscopio, pues a pesar de ser objetivo desde 2015, su progreso ha sido limitado.
Otros temas críticos incluyen la salud materna, con campañas recientes para reducir las 300,000 muertes anuales durante el embarazo y parto, y las enfermedades no transmisibles, que necesitan de mejores accesos a tratamientos en países con ingresos bajos y medianos.
También se discute la situación financiera de la ONU, con un posible aumento del 50% en el presupuesto base de la OMS bajo negociación, lo cual sería crucial para fortalecer la salud pública global en este momento crítico.
La Asamblea Mundial de la Salud se perfila como un punto de inflexión en el abordaje global de desafíos sanitarios, desde pandemias hasta la crisis climática.