Con el regreso a clases a la vista, el inicio del curso escolar puede ser un desafío significativo para los estudiantes con autismo. La falta de rutinas establecidas y la incertidumbre inherente a este periodo generan niveles de ansiedad mucho más altos que en sus compañeros. Luis Pérez de la Maza, psicopedagogo y director técnico de la Fundación Aucavi, subraya la importancia de que las familias y profesores trabajen en coordinación para facilitar esta transición. Proporcionar información anticipada sobre tutores, aulas y compañeros es crucial para preparar a estos alumnos, permitiendo crear apoyos visuales que ayudan a reducir su ansiedad.
La anticipación visual y las rutinas estructuradas son herramientas fundamentales para que los estudiantes con autismo puedan adaptarse con éxito al nuevo entorno escolar. Pérez de la Maza destaca que incluso pequeños cambios, como el uso de uniforme, pueden causar malestar si no se explican previamente. El rol del profesorado es igualmente vital, ya que deben estar informados sobre las necesidades del estudiante desde el inicio del curso. La comunicación abierta y sin prejuicios entre familias y centros educativos es esencial para garantizar la inclusión y el bienestar de estos alumnos, quienes se beneficiarán enormemente de un entorno que comprenda sus particularidades.
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