El sector tecnológico chino ha dado un paso significativo hacia la autosuficiencia con el reciente anuncio de Ant Group, la prominente fintech respaldada por Alibaba, en el ámbito del desarrollo de inteligencia artificial. La empresa ha conseguido entrenar uno de sus modelos de IA usando semiconductores de fabricación nacional, marcando un hito en la estrategia de China para reducir su dependencia de tecnología extranjera. Este logro adquiere mayor relevancia en el contexto actual de sanciones impuestas por Estados Unidos, que complican el acceso a los chips más sofisticados de fabricantes como Nvidia.
Utilizando chips desarrollados por gigantes tecnológicos como Alibaba y Huawei, Ant Group ha logrado alcanzar niveles de rendimiento equivalentes a los obtenidos con las GPU Nvidia H800, a un coste significativamente menor. La compañía reporta una reducción del 20 % en los costos, subrayando así el potencial de las tecnologías locales no solo para competir, sino también para ofrecer ventajas económicas.
A pesar de conservar el uso de GPU de Nvidia para ciertas tareas, Ant Group está intensificando su apuesta por alternativas más autónomas. Entre estas se incluyen procesadores fabricados por AMD y varios productores chinos, alineándose con la creciente tendencia de la industria tecnológica del país para fortalecer su autosuficiencia y mitigar las restricciones internacionales.
Este avance se suma a otros logros recientes en el campo de la inteligencia artificial en China. Un ejemplo notable es el de DeepSeek AI, que ha demostrado superar al modelo GPT-4 de OpenAI en ciertas pruebas de rendimiento. Estos logros reflejan el creciente dinamismo y potencial del ecosistema de IA en China, impulsado por una fuerte inversión nacional en desarrollo de hardware y software.
Si bien Ant Group ha mantenido bajo reserva los detalles específicos sobre los chips utilizados, se señala que la serie Ascend de Huawei y los innovadores procesadores de IA de Alibaba han sido fundamentales en este éxito. La posibilidad de que otras entidades chinas repliquen estos resultados podría acelerar los ambiciosos planes del país para reducir su dependencia tecnológica de occidente.
A largo plazo, la gran pregunta que persiste es si estos semiconductores nacionales podrán igualar o superar la oferta de Nvidia en términos de rendimiento, escalabilidad y ecosistema de soporte. Sin embargo, este avance constituye un paso importante hacia la independencia tecnológica de China, en un sector que será crucial para la competitividad global en los próximos años.
La apuesta por el desarrollo propio de semiconductores está emergiendo como una prioridad para la industria tecnológica china, que busca demostrar no solo la viabilidad sino también la competitividad de las alternativas nacionales frente a los gigantes occidentales. Este movimiento no solo busca responder a las actuales restricciones, sino cimentar una base sólida para el liderazgo tecnológico del país en el futuro.
