Ansu Fati ha sido cedido al AS Mónaco por una temporada con opción a compra, en un acuerdo anunciado por el club monegasco y el FC Barcelona. Fati deja atrás un año complicado en el que no logró consolidarse en el Barcelona, sumando tan solo 298 minutos en 11 partidos. La cesión busca darle los minutos y la confianza que le faltaron en España, bajo la dirección del entrenador Adi Hütter, quien le ha prometido continuidad. Antes de cerrar el acuerdo, Fati extendió su contrato con el Barcelona hasta 2028 y acordó diferir su salario, permitiendo que ambos clubes compartan su ficha. En el Mónaco, Fati usará el número ‘31’, con la expectativa de revivir sus inicios prometedores y dejar atrás el sombrío papel del último año.
La cesión al Mónaco representa un nuevo intento para Fati de reencontrarse con el alto nivel futbolístico que mostró al inicio de su carrera. Anteriormente, el joven delantero de 22 años vivió una experiencia similar durante su cesión al Brighton, donde tampoco logró consolidarse completamente después de una serie de lesiones que frenaron su progreso. Recientemente, en el Barcelona, estuvo fuera de las convocatorias en diversas ocasiones y quedó relegado como el sexto delantero del equipo, eclipsado por el resto de la plantilla. Su partida también libera masa salarial para el club catalán y deja el icónico dorsal ‘10’ disponible, que será asumido por Lamine Yamal, una transición que Fati y Yamal, amigos cercanos, han coordinado cuidadosamente. Ahora, en el Principado, Fati busca redescubrir su mejor versión, recuperar su confianza y volver a disfrutar del fútbol al más alto nivel.
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