Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el sindicato mayoritario del profesorado no universitario, ANPE, ha lanzado una advertencia sobre un problema cada vez más evidente: el impacto de las condiciones laborales en la salud mental de los docentes.
Según ANPE, los riesgos psicosociales en el ámbito educativo, como la sobrecarga de trabajo, el estrés constante, la falta de autonomía y el escaso apoyo institucional, están afectando gravemente el bienestar psicológico, físico y emocional del profesorado. Estos factores, junto a la creciente complejidad del entorno escolar, han causado un aumento de casos de estrés, ansiedad, y síndrome de burnout en los docentes.
Ante esta preocupante situación, ANPE exige la implementación de planes integrales para mejorar las condiciones laborales del profesorado. Esto incluiría medidas de prevención de riesgos psicosociales, protocolos de apoyo emocional y programas de formación en gestión del estrés y autocuidado.
El servicio Defensor del Profesor, ofrecido por ANPE, confirma que estos elementos están vinculados con problemas de convivencia en los centros educativos, afectando directamente la salud mental de los docentes.
En el informe presentado, ANPE resalta que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la enseñanza es una de las profesiones con mayor riesgo de estrés laboral. Esto se debe a la elevada carga de trabajo, la responsabilidad implícita en la educación y los desafíos diarios en las aulas.
ANPE subraya la relevancia del modelo Demanda–Control–Apoyo Social propuesto por Robert Karasek, indicando que un balance adecuado entre las exigencias laborales, la autonomía profesional y el respaldo institucional es crucial para el bienestar docente. Un entorno laboral saludable debería ofrecer demandas razonables, capacidad de decisión y apoyo de equipos directivos y familiares. En contraste, un entorno negativo genera frustración y desmotivación, incrementando el riesgo de burnout.
El sindicato advierte que las condiciones desfavorables resultan en altas tasas de estrés y desmotivación, afectando tanto al bienestar docente como a la calidad educativa. Por ello, considera imperativo desarrollar planes integrales para mejorar las condiciones laborales del profesorado.
Finalmente, ANPE recuerda que proteger la salud mental del profesorado es esencial para asegurar una educación de calidad, ya que el bienestar emocional de los docentes es un pilar fundamental de un sistema educativo saludable.
Para más información y apoyo, los docentes pueden contactar con el Defensor del Profesor a través de las sedes de ANPE en sus comunidades o provincias.
Nota de prensa de ANPE.