Madrid impulsa su compromiso con la biodiversidad a través del ambicioso proyecto del Bosque Metropolitano, un anillo forestal diseñado para preservar y conectar los ecosistemas urbanos con los naturales. Este esfuerzo del Ayuntamiento busca proteger a especies de aves rupícolas, como el halcón peregrino y el búho real, mediante la creación de corredores y ecoductos en áreas clave como Los Cerros y Valdecarros.
El proyecto, que cuenta con apoyo financiero del Foro por Madrid, tiene como objetivo mejorar la conectividad ecológica de estas zonas con otros espacios del sureste madrileño, como el Parque Regional del Sureste. Esto ayudará a reducir la fragmentación de hábitats, esencial para la supervivencia de especies clave como el halcón peregrino, el búho real y la chova piquirroja.
En áreas como Valdemingómez, Las Lomas-Cañada y el Cerro de la Herradura, los escarpes y barrancos se presentan como refugios cruciales para la nidificación de estas aves. Pese a la cercanía con áreas urbanizadas, estas zonas están bajo la protección de la Red Natura 2000, que las considera esenciales para la conservación de la biodiversidad.
El Bosque Metropolitano implementará medidas de control de accesos en las áreas sensibles durante los periodos de cría para garantizar un entorno seguro y libre de molestias. Además, se prevé la restauración de entornos degradados, lo que mejorará su función como corredores de fauna.
Este enfoque se alinea con la estrategia de infraestructura verde del Bosque Metropolitano, que busca equilibrar la restauración ambiental con el uso ciudadano. No solo se busca crear espacios de conservación, sino también áreas de esparcimiento que permitan a los ciudadanos disfrutar del entorno natural sin comprometer el bienestar de la fauna local.
El proyecto del Bosque Metropolitano se perfila como una herramienta esencial para la protección de la biodiversidad en Madrid, integrando conservación y uso público en un modelo sostenible de ciudad.