En un reciente encuentro entre el Real Madrid y el Girona, Jude Bellingham se erigió como la figura central, no solo por su papel decisivo en el juego, sino también por momentos de preocupación. Al cumplirse la hora de partido, un súbito silencio se apoderó del estadio cuando el talentoso mediocampista mostró señales de dolor, rodeado por sus compañeros y bajo la atenta mirada del banquillo madridista. Carlo Ancelotti, técnico del equipo, rápidamente explicó que se trataba solo de una sobrecarga que Bellingham prefirió no forzar, mientras que Ferland Mendy enfrentará peores consecuencias por un pinchazo en el muslo. El encuentro comenzó con un Girona dominante, poniendo en aprietos a un Madrid desconectado, donde Kylian Mbappé se notó aislado y falto de conexión con sus compañeros. Sin embargo, Bellingham, con su incansable presencia, marcó la diferencia.
El joven inglés no solo destacó por sus habilidades con el balón, sino también por su capacidad de liderar a sus compañeros en el campo. A pesar de las adversidades, Bellingham mostró un fútbol de alta calidad, combinando esfuerzo físico con destreza técnica, lo que fue determinante para abrir el marcador y encaminar la victoria del Madrid. Ancelotti no escatimó en elogios, calificando su actuación como crucial para superar al Girona, quien ha padecido en otras ocasiones los destellos del inglés. Con su actuación, Bellingham no solo alivió la presión sobre el equipo, sino que también recordó a sus compañeros del peso del escudo que visten. Así, el Real Madrid encontró su ritmo ideal en Montilivi, sellando el triunfo gracias a su inspiración y dejando en evidencia el gran potencial que este joven aporta al equipo.
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