Las elecciones presidenciales en Estados Unidos tienen al mundo expectante, mientras todos los ojos se centran en siete estados clave cuyo resultado determinará el próximo ocupante de la Casa Blanca. Hasta ahora, el escrutinio ha avanzado en seis de esos estados: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin, quedando Nevada por cerrar las urnas. Tanto Kamala Harris como Donald Trump han intensificado sus esfuerzos en estos territorios, donde el desenlace sigue siendo impredecible. En Arizona, los 11 votos electorales están en juego sin resultados definitivos aún; este estado anteriormente sorprendió al inclinarse por Joe Biden en 2020 por un estrecho margen.
Los resultados preliminares indican una ligera ventaja de Trump en Carolina del Norte y Georgia, estados con una ajustada tradición republicana. Por otro lado, Harris lidera en Míchigan con el 12% de los votos contados y mantiene una ventaja en Pensilvania y Wisconsin, aunque los escrutinios son todavía parciales. Nevada, por su parte, no ha mostrado resultados todavía, con ambos partidos tradicionalmente disputando sus seis votos electorales. La tensión es palpable, ya que se anticipa que podría tomar varios días determinar el ganador definitivo, particularmente en Pensilvania, un estado con 19 votos electorales indispensables para ambos candidatos. La elección, marcada por la polarización y la incertidumbre, sigue su curso y promete mantener en vilo a la nación y al mundo.
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