Ana Obregón está considerando la venta de ‘El Manantial’, su casa de verano en Mallorca, marcada por recuerdos familiares entrañables. Desde su infancia, este refugio ha sido testigo de momentos significativos en su vida y, tras la pérdida de sus padres y su hijo Aless, la carga emocional que representa se ha vuelto difícil de gestionar. Obregón ha compartido que mantener una vivienda tan amplia y cargada de historia resulta complicado, una situación que ha llevado a ella y a sus hermanos a poner la propiedad en el mercado.
Desde que la familia tomó la decisión de vender, varios interesados han mostrado interés, aunque hasta ahora solo han recibido consultas de compradores internacionales. A pesar de la posibilidad de deshacerse de este lugar tan imborrable, Ana ha expresado su dolor al considerar la venta, ya que cada rincón de ‘El Manantial’ le recuerda momentos compartidos con su hijo. Obregón, aunque no se siente completamente cómoda con la idea de vender, entiende que podría ser lo mejor para todos, reflejando así la complejidad de dejar atrás un legado tan profundamente arraigado.
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